Existen algunos comportamientos que los humanos hacemos con nuestros peludos, que a ellos no les gusta y muchas veces nosotros no lo sabemos y los hacemos inocentemente.
Sabemos que lo haces porque lo amas, pero la mayoría de los perros odian que los abracen. Aunque nosotros no lo percibamos pero a ellos no les gusta que los inmovilicen y los hagas sentir indefensos. Observa si se pone tenso, aleja su cabeza de ti, evita el contacto visual o lame tus labios, estas son señales de que un perro no está cómodo.
Los perros interpretan que lo mires fijo a sus ojos como una amenaza o un reto. Es peligroso si haces esto con caninos que no conoces, pueden ponerse agresivos.
A ellos les encanta correr, liberar adrenalina y tensiones, pero si eres de los que los saca a pasear y no sueltas su correa, esto le debe estar molestando a tu mascota y le puede estar transmitiendo estrés, frustración y nerviosismo. No debes privarlo de correr a su velocidad en lugares que sepamos que son seguros y no tengan peligro para ellos y los demás ciudadanos y mascotas.
Los perros usan su nariz por naturaleza, para descubrir muchas cosas a través de su olfato. Una de las cosas que odian es que los lleves a pasear con correa, y que no los dejes tomarse su tiempo para oler lugares que desean.
Los perros odian que les toquemos la cabeza. Bien sea con pequeños golpecitos o con caricias sobre su cráneo. La forma correcta de acariciar a un perro, es hacerlo en su lomo o su cuello por la parte alta.
Vestir a los caninos es una de las cosas más lindas y que nos emociona hacer con ellos, pero a veces el exceso de vestuario hace que ellos se enojen. Ellos no se sienten cómodos si no pueden andar bien o si llevan algo que no se pueden quitar cuando quieran. Vístelo cuando realmente sea necesario con las piezas de ropa adecuadas.
Los peludos no necesitan baños muy seguidos, ellos se mantienen limpios y necesitan de su olor corporal para comunicarse entre ellos, a no ser que se hayan ensuciado mucho. Que lo bañes muy seguido los va incomodar.
Cuando te ausentas por tiempos prolongados, empiezan a aburrirse sin tener nada que hacer y esto les causará estrés.
¡Es contradictorio! Sabemos que a tu peludo le encanta sacar la cabeza por la ventana del auto, pero también odian que le soplemos la cara.
Al igual que a ti, a tu mascota también le incomoda que no respetes cuando está concentrado haciendo sus necesidades. Esto aplica para cuando este durmiendo, comiendo, defecando y orinando.
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